martes, 26 de noviembre de 2013

Debatimientos.

La felicidad, la bondad, la empatía.
Está todo ahí, no te engañes.

Puede que a veces solo seas capaz de ver la maldad del mundo, pero créeme, es la ínfima parte de esta maravilla en la que estamos obligados a vivir.
Piensa en el simple hecho de amar.
Todas las culturas, todas las civilizaciones, todas las historias, todos los tiempos; todos entienden de amor.
Y este es el gesto más puro que existirá jamás.

Tú me rebatirás y dirás, ¿y los celos? Los celos son tonterías relacionadas con la imaginaria sensación de posesión. La acción de querer a alguien es la fusión perfecta de empatía, cariño y felicidad, todo eso es lo que le regalas a otra persona que, jurarás, es excepcional.

Así pues, como tú, todo el mundo ha amado, ama o amará a alguien con todo su corazón, y eso significa que seguimos siendo humanos.

Significa que todavía hay esperanza, a pesar de todos nuestros errores.

Estamos jugando con fuego, es verdad: ya no expresamos nuestros pensamientos o sentimientos en voz alta, y en algunos casos es lo correcto, pero en la mayoría es un grave error; tampoco conservamos la bella creencia de que los finales felices existen, y tengo algo que decir al respecto.

Si merece la pena creer en algo, es en los finales felices.


Dedicado a aquellas personas que dejaron de creer en la esperanza, en la evolución positiva y en la empatía humana. Sí, a ti sobretodo que tanto mereces ser optimista.

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