miércoles, 23 de enero de 2013

Anarquía.

¡Grita!

Olvida, bebe, folla, sueña, come, devora, canta, baila, disfruta, ríe, corre, disfrázate, huye, nada, vuela, critica, duerme, muévete, siéntate, habla, vive.

¡Haz exactamente lo que te apetezca!

La naturaleza humana merece un perdón. ¡O tal vez no! Nunca olvides para qué estás aquí, como muy bien decía Aristóteles, yo te lo diré si se te ha olvidado: ¡para nada! ¡Así es! Harás lo que te parezca, porque te parece. Déjate llevar por una marea inexistente, ¡o nada contracorriente comiéndote todas las olas!



Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico; qué gozada, era lo mejor del mundo...
Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd, éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papá Noël, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, que el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad...
Mejor que la vida.