viernes, 7 de junio de 2013

Cabronazo.

Hay algo a lo que yo llamo: tener cojones.
En términos exactos, sólo puedes si eres un tío. Un tío tío, no un tío que no es tío.
La cuestión es, ¿qué estás haciendo con tu vida?
No me respondas.
Que no me respondas.
Hay una mosca que me está rondando y no me gusta nada.
Por dónde iba.
Ah, sí. ¿Qué estás haciendo con tu vida, pedazo cobardica asqueroso?
Cuando naces, te pegan y lloras.
Si ahora te pegan, ¿también lloras?
Espero que no, porque es el único argumento que se me ocurre por ahora.
¡Pues si no lloras por qué te asusta tanto el mundo!
Mira, cada uno tiene que ir a lo suyo, yo voy a lo mío y aún así voy dejando corazones rotos por ahí.
Ja.
Ja.
Chistaco.
Hablando en serio, si te lo paras a pensar en serio, lo cual dudo que hagas dado el carácter de lo que estoy escribiendo, si no tienes respuesta, deberías empezar a preocuparte.
Más que nada porque sin cojones no vas a ninguna parte.
Hay que saber enfrentarse a la vida, tal y como es, no manipularla o disfrazarla.
Ir cada uno a lo suyo es bueno cuando no afectas a los demás demasiado con tu egoísmo, cabronazo, y lo sabes tan bien cómo yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario