sábado, 11 de mayo de 2013

Caos.

A veces, el lado bueno de las cosas no está a simple vista.
Otras veces, está frente a nuestras narices y no somos capaces de verlo.
Escuché en alguna parte, que si te centras en lo que dejas atrás, no podrás ver lo que tienes delante.

Es vitalmente importante saber ver la oscuridad dentro de tanta cegadora luz.
La oscuridad es confortable, amable, acogedora; y ante toda predicción, la mejor amiga que nadie pueda tener. Frente a siglos de luz cegadora que nos han impuesto prometiéndonos que eso era lo mejor.

Alguien más inteligente que todos nosotros, probablemente, dijo una vez que el mundo era un caos. Tenía la mejor forma de describir el mundo en sus manos. ¡Nosotros somos los que intentamos ordenarlo todo! Probad a vivir en el malnacido caos, impulsividad, instinto, alegría espontánea. Nada de razones, ni de estructuras falsas.

Personalmente, siempre me ha costado muchísimo entender el significado de las palabras, me fascinan. No son más que un invento humano, ¡por eso juego con las palabras! Probar a inventarse tus propios significados es jugar a ser Dios.

Sinceramente, mediante la música es mucho más sencillo expresar lo que intentamos buscar clasificándolo todo con palabras. El idioma no es más que un medio de comunicación, podemos hacer lo que nos apetezca con él.

Así ocurre con la forma de ver la vida. Aquel que sólo hace lo que la sociedad le impone, no vive, existe. Es cierto, estoy incorporando a este texto frases que no son mías, pero me son tan útiles que no las voy a descartar.

Siendo honestos con nosotros mismos, el caos nos asusta.

Estamos acostumbrados a algo, y cuando nos arrancan ese algo de las manos, se nos cae el mundo encima. Por eso duelen tanto las rupturas amorosas, por eso es tan difícil buscar trabajo fuera, por eso cuesta tanto coger un día y echar a andar sin rumbo.

Nada de esto significa que estemos condenados al horror, ni mucho menos. En nuestras manos está, cambiar el mundo, tomar la sartén por el mango, afrontar los miedos, enfrentarse a la pura realidad; esa oscuridad que tanto tememos todos. El miedo está en cada célula de nuestro cuerpo, pero en nuestro poder está también su antídoto. Utilizad el corazón para entender el cerebro.

Este es un consejo para mí misma, secundadlo o no, ahora tiene sentido: déjate llevar mientras nadas contra corriente, la vida es cruel y hermosa, vivimos en un caos, una vez lo asumas sabrás afrontarlo.