jueves, 7 de febrero de 2013

Aleatoriedad.


Todo es tan aleatorio.
Sin ir más lejos: mi lista de reproducción.
¡En cualquier parte te puede encontrar aleatoriedades, como palabra inexistente!
La gente normal las llama casualidades, ¡pero no! Mienten como bellacos.
No sé de dónde quité lo de bellacos.
Dejando reflexiones personales a parte y con punto, continúo.
Creo en las buenas personas.
En serio.
Venga, ahora que te has reído, créeme.
Que es en serio.
Bueno ya.
¿Ya?
Bien.
¡Que todos somos buenos! En el fondo fondísimo (con mortadela).
No me preguntes por qué, fondísimo me sonó a embutido. ¡Yo que le voy hacer!
En serio.
¿Me vas a decir que nunca has sentido empatía, empáticamente, hacia otra persona, objeto o planta?
No me mientas, que sé que aun conservas tu peluche favorito de la infancia.
¡Y quién no!
[Inciso: Para aquellos cuyos peluches se independizaron… no, no eran demasiado jóvenes.]
Las personas, queramos o no, somos personas.
¿Qué se le va hacer?
Injusticias de la vida. ¿O de la muerte? Medítalo.
Aparte de eso, desde un punto de vista personal, cuéntame que no quieres a tus padres, a tu hermano, a tu hermana, a tu primo, a tu prima, a tu tía, a tu tío, a tu abuela, a tu abuelo, a tu perro, a tu gato, a tu caballo, de mar, en una pecera, sin peces, ni agua.
Ejém.
En serio.
Todos nos hemos sentido solos en algún momento.
Seguro.
¡Pero la humanidad está envuelta de humanismo en nuestro humano cuerpo!
Así que asumidlo, los humanos nos queremos entre nosotros.
Al igual que nos odiamos, y nos entretejemos entre nosotros porque a nuestra abuela se le acabó el tiempo de tejer con tela y le ha tocado usar carne humana por la invasión zombi; ya que no sabe qué hacer con tanto desperdicio.
En serio.
Somos únicos.
Puede que te mires en el espejo y pienses:
“Joder, que ropa más fea me he puesto hoy.”
¡Pero en realidad esa ropa te quiere!
Venga, en serio.
Me da igual que digas que eres diferente, no lo eres hasta que te lo crees.
Y yo sé que no te lo crees.
Así que te lo voy a demostrar.
Asúmelo, siendo un supercachassuperguaydelparaguayentumundosinbicorniosysuperrealistatodo no vas a impresionar a nadie.
¡Tengo la solución a tus problemas!
Quiérete.
Dejando las coñas a un lado.
La tristeza es algo que no te conducirá a ninguna parte, ni siquiera al fondo de un foso.
Yo te quiero.
Así que no puedes decirme que nadie te quiere, porque aquí estoy yo.
Queriéndote y demostrándote que es mentira todo lo que te han dicho.
Que no estás solo.
Que sí vales para algo.
Que todo el mundo tiene defectos.
Pero también virtudes.
Acéptate.
Ámate.
Y sobre todo, no te rindas.
Jamás.